February 5, 2025 By FranklinCovey Guatemala
¿Por qué dedicar un momento al día para reflexionar sobre tu trabajo?
Reuniones consecutivas. Una lista de tareas cada vez más larga. Dedicar tiempo a la reflexión puede parecer un lujo que no puede permitirse. Pero la investigación sugiere que tomarse sólo 15 minutos al día para reflexionar sobre su trabajo puede ayudar a mejorar tu rendimiento laboral y tu confianza. Ahora bien, ¿realmente vale la pena dedicar esos preciosos minutos a la reflexión?
Cómo hacerlo:
1. Elige un espacio de 15 minutos para la reflexión, idealmente a la misma hora cada día.
Reservar un tiempo constante facilita la creación del hábito. Por ejemplo, las horas convenientes podrían ser:
- Justo al llegar a tu mesa (antes de empezar a trabajar)
- Al final de la pausa para comer
- Como última tarea de la jornada laboral
2. Reflexiona sobre cómo has manejado los eventos específicos y qué lecciones clave has aprendido para la próxima vez.
Si no estás seguro de por dónde empezar, pregúntate:
- ¿Qué puedo aprender de las interacciones que he tenido hoy o ayer con mi jefe, equipo y/o clientes?
- ¿Qué es lo que no ha salido como quería? ¿Por qué puede haber sucedido así?
- ¿Qué es lo que puedo hacer de forma diferente la próxima vez para obtener mejores resultados?
3. Anota las conclusiones importantes y cualquier cosa que pretendas cambiar.
Poner tus ideas por escrito es una buena manera de aclarar tu pensamiento, de memorizarlo y de registrar tus reflexiones para futuras referencias. Por ejemplo:
- Supongamos que, tras un día repleto de reuniones, determinas que tu atención se desvía en varios puntos. Para el siguiente día de muchas reuniones, podrías establecer una intención general: Escucharé con atención y haré más preguntas
- Supongamos que has dado instrucciones poco claras a un compañero. Podrías hacer un plan para cambiar tu enfoque: La próxima vez que pida modificaciones a un compañero de equipo, planificaré los cambios que quiero hacer con antelación, para poder explicarle fácilmente lo que quiero y que no se quede con la duda.
4. Aplica lo que has aprendido de tu reflexión.
Si no, ¿qué sentido tiene? Y después de un tiempo, revisa tus reflexiones escritas para evaluar si tus cambios han funcionado.