¿Por qué hacerlo?

Hacer favores a otras personas puede parecer un lujo que no encaja en tu despiadado día de prioridades. Pero adoptar una mentalidad generosa no tiene por qué consumir mucho tiempo. Piensa en el “favor de cinco minutos” como en un microcrédito, dice el profesor de Wharton Adam Grant – una forma de compartir tu experiencia y tus conexiones con otros a un bajo coste para ti. No solo te sentirás bien por ayudar a la gente, sino que también es probable que te beneficies de una red más fuerte y comprometida en el futuro.

¿Cómo hacerlo?

Establece una hora específica y un recordatorio para hacer tus favores de cinco minutos:

Para crear el hábito, puede ser útil comprometerse con un momento concreto para hacer tus favores, como por ejemplo justo al volver de comer o a primera hora de la mañana antes de ponerte a trabajar. Como recordatorio, pega una nota en tu ordenador o en la parte superior de tu lista de tareas que te asegures de ver todos los días.

Crea una lista de favores sencillos de cinco minutos:

Una vez más, el objetivo es enumerar cosas que no te cuesten mucho tiempo pero que puedan ayudar a otra persona a tener éxito. Estos favores pueden ser para cualquier persona, ya sea dentro o fuera de tu organización. Por ejemplo:

• Escribe un correo electrónico presentando a dos personas que se beneficiarían de conocerse.
• Leer o probar el trabajo de alguien y ofrecerle una opinión concisa.
• Escriba una breve recomendación para alguien en LinkedIn.
• Compartir el contenido de otra persona en las redes sociales.
• Terminar las conversaciones con “¿Qué puedo hacer para ayudar?” para que surjan ideas adicionales.

Di que sí a los pequeños favores que te pidan y haz que cuenten para tu cuota diaria:

Las oportunidades de hacer favores de cinco minutos pueden presentarse de forma natural. Si el favor es lo suficientemente sencillo como para hacerlo en cinco minutos, hazlo y táchalo de tu lista del día.

Disfruta pagándolo:

Puede que descubras que centrarte en cómo tu trabajo puede ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, abre un nuevo manantial de motivación, productividad y creatividad.